sábado, 26 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Si Dios fuera patata brava, sería una brava del barcelonés Bar Tomás, el Templo de las Bravas. Visitar el número 49 de la calle Major de Sarrià es una experiencia mística. Y este mítico bar ya tiene un libro que revela (casi) todos sus secretos.
Yo babeo de bravas, las empanadillas nifu nifa. Andrés BB.
ResponderEliminar